Asociación Gremial Docente

NO OLVIDAR!! Recuperación de legajos de compañexs desaparecidxs y asesinadxs en la dictadura civico-militar

En el día de la fecha, como sindicato de trabajadores, AGD UNRC, asistimos al Acto de Reparación de legajos de compañerxs detenidxs, desaparecidxs y asesinadxs durante la dictadura cívico-militar en la Argentina. En este acto fueron recordados y reIvindicados lxs compañerxs no docente José Duarte y  lxs estudiantes Berta Perassi, José Amato y Alberto Pinto.

Este fué un acto de profundización de la perspectiva de derechos, su ejercicio pleno y efectivización como miembros de un estado democrático. La recuperación, reparación y publicación de legajos de estos compañexs congrega actos de memoria, verdad y justicia, como así institucionalidad a situaciones vividas en nuestra universidad.

NO OLVIDAR, JUSTICIA.
NUNCA MÁS. AHORA… ¡Y SIEMPRE!

Compartimos el sentido y emotivo mensaje de la profesora Mariana Gianotti, Directora del Dpto. de Ciencias de la Educación de la Facultad de Ciencias Humanas, al recibir el legajo de Alberto Pinto, estudiante de la Lic. en Ciencias de la Educación.

Recuperación de legajos
7 de agosto de 2024
Mgter. Mariana Gianotti

Pensando qué escribir para simbolizar y hacer objeto el sentir del Departamento de Ciencias de la Educación (a quién me toca representar), en el marco de este acto institucional de recuperación de legajos, se me cruzaron algunas preguntas que se fueron instalando en mi cuerpo y que impulsaron conversaciones, descubrimientos y vivencias.

 El mensaje de Rosa Catana convocándonos a recibir el legajo de Alberto Pinto y a decir algunas palabras en el acto, logró movilizar en mí un enorme caudal de sentires. Me encontré pensando en qué cosas no se habrían dicho todavía de las atrocidades de una época que no viví en primera persona, pero que conocí en los relatos de la Vivi, la Michi, la Ceci, Ana y algunas otras profesoras entrañables que me enseñaron de la defensa incondicional de lo público, de la democracia y de una libertad genuina que respeta los derechos humanos por sobre todas las cosas, con las ideas, con los actos … con el cuerpo.

Pensé entonces en llegar a construir una imagen de Alberto a través de ellas. En medio de un evento social, las escuche referenciar con dolor algunos recuerdos. Recién ahí me dí cuenta que “mis profesoras y colegas” habrían compartido con Alberto y con Berta, el aula y los pasillos de una universidad recién nacida. Recién ahí tomé dimensión de lo que encierran sus miradas, sus silencios y los legajos (que hoy son presencia).
 
En este recorrido, algunos colegas me fueron acercando a quienes en forma minuciosa investigan la memoria. Fue Eduardo Escudero quien generosamente me habilitó la lectura de un trabajo –todavía inédito- que muestra al Alberto Pinto poeta, escritor, educador de adultos, profesor de filosofía, vendedor de libros y estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Educación. En esa lectura sentí que me encontraba con “el flaco” como le dicen los amigos en los relatos. Imaginé sus ojos claros y grandes, pude sentir sus dificultades al caminar y al sortear condicionantes que no lograron torcer el brazo de un intelectual brillante “que sabía y leía de todo”, que “estaba en todos lados” y que “llegaba, siempre caminando, con el diario o algún libro debajo del brazo”. Me sorprendí con palabras repetidas que califican a una persona que hoy se siente más imprescindible que nunca.

Un tipo generoso, solidario a más no poder, brillante intelectualmente, sumamente cuestionador. Serio. Estudioso, responsable y comprometido políticamente.

En los últimos dos días me sentí enajenada, casi despersonalizada, pensé en lo importante que resulta volver al presente la intensidad de estas vidas, la claridad de sus luchas, la fuerza de sus ideales. Recuperar los legajos es eso. Es que la Gringa, el Pocho y el Flaco nos enseñen a alfabetizar, a discutir con fundamentos y a soñar; es que el “Peco Duarte” se encuentre con Clarisa y la abrace en el aula, que lleva su nombre.

Es que cada vez que pasemos por la calle “Alfabetizadora Berta Perassi” se nos infle el pecho de orgullo por lo que pudo hacer en el tiempo apurado de su vida… y que cuando entremos a la sala de usos múltiples del andino, sepamos que Alberto Pinto es el vigía de un sueño social, político y cultural todavía inconcluso.

Recuperar los legajos, es eso, un acto necesario para acompañarnos a reconstruir la memoria colectiva y volver a creer en que es posible un mundo en el que quepan muchos mundos.

Muchas Gracias!