Estimada comunidad docente:
El 8 de marzo, nuestra conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora es nuevamente una Jornada de Lucha por igualdad de derechos y justicia social.
Paramos y marchamos porque el trabajo de las mujeres dentro y fuera del hogar mueve los engranajes de los ámbitos económicos, laborales y domésticos y debe ser justamente reconocido y remunerado.
Paramos y marchamos para asegurar trabajo con derechos y condiciones para la igualdad en el mundo laboral, fundamental para terminar con la injusticia de la explotación, las brechas, la discriminación y para luchar contra las violencias que el patriarcado impone sobre las mujeres y las disidencias sexo-genéricas.
Paramos y marchamos para exigir que los Estados, en todos sus niveles, implementen políticas de prevención de los femicidios diariamente perpetrados y para que la erradicación de la violencia de género sea prioridad en la agenda política. Las estadísticas muestran la creciente violencia hacia las mujeres y las disidencias sexo-genéricas en todas sus formas (física, psicológica, verbal, sexual, económica y simbólica) y en todas sus modalidades (intrafamiliar, institucional, laboral, obstétrica y mediática).
Paramos y marchamos para reivindicar que las trabajadoras somos quienes históricamente ponemos el cuerpo a las crisis, siendo protagonistas de la lucha que nos ha permitido resistir, avanzar e inscribir nuestras demandas históricas en la agenda de gobierno y en la institucionalidad estatal.
Por eso al DNU y al ajuste de Milei que destruye nuestras vidas, le respondemos con paro y movilización, con unidad y organización.